11 noviembre, 2009

Un día como hoy

De 1918, declara su independencia Polonia, país de Europa Central que limita con Alemania al Oeste; la República Checa y Eslovaquia al Sur; Ucrania, Bielorrusia y Lituania al Este; y el mar Báltico y el óblast de Kaliningrado, un exclave ruso, al Norte.

Los humanos han habitado las tierras de la actual Polonia durante los últimos quinientos mil años. Los pueblos eslavos se asentaron en este territorio desde hace 1500 años y la historia de Polonia como estado casi abarca un milenio. El territorio ocupado por Polonia ha variado enormemente durante su historia. En el siglo XVI, durante la Mancomunidad polaco-lituana, formaba el estado más grande de Europa, antes del crecimiento del Imperio Ruso. Más tarde no existió un estado polaco independiente. Polonia recupera su independencia en 1918, después de más de un siglo de gobierno por parte de sus vecinos, pero sus fronteras son alteradas nuevamente después de la Segunda Guerra Mundial.

En el siglo X aparece Polonia como nación; la gobernaron una serie de fuertes líderes que convirtieron a los polacos al cristianismo, crearon un reino poderoso e integraron a Polonia en la cultura europea. En el siglo XIII la fragmentación interna provoca la erosión del estado inicial, pero a lo largo del siglo se consolida la base de un nuevo estado dominante que estaba por llegar.

La Dinastía Jogalia (1385–1569) formó la Mancomunidad polaco-lituana, comenzando con el gran duque lituano Jogaila. La amistad probó ser beneficiosa para los polacos y lituanos, que jugaron el papel dominante en uno de los imperios más importantes de Europa por los siguientes tres siglos. El Nihil novi, acta adoptada por el Sejm en 1505, transfirió más poder legislativo al Sejm que al monarca. Este evento marcó el principio del periodo llamado la «Mancomunidad de los nobles» cuando el estado era gobernado por «libres e iguales», la szlachta. La Unión de Lublin de 1509 estableció a la Mancomunidad polaco-lituana como un participante muy influyente en la política y cultura europeas.

En el siglo XVIII la democracia de los nobles gradualmente declinó en la anarquía, haciendo a la una vez poderosa mancomunidad, vulnerable a las influencias extranjeras. Eventualmente todos quisieron una parte de Polonia, y la obtuvieron, borrando a Polonia del mapa en 1795. La idea de independencia polaca fue guardada hasta el siglo XIX. La localización de Polonia en el centro de Europa se volvió significativa en un periodo en que Prusia y la Rusia Imperial estaban intensamente involucrados en las rivalidades y alianzas europeas y los estados modernos se establecían por completo en el continente.

Desde el verano de 1915, Alemania y Austria-Hungría habían ocupado todos los territorios históricamente polacos, gracias a la eficacia de la ofensiva de Gorlice-Tarnów. Los alemanes propusieron la creación de un reino polaco el 5 de noviembre de 1916. La elección de un rey fue pospuesta, siempre considerándose como candidatos a miembros de la nobleza de la Casa de Habsburgo. La independencia de este estado polaco ocupado militarmente era dudosa, y el Gobernador General alemán, Coronel General Hans Hartwig von Beseler, ejercía el poder de facto.

Con la firma del Armisticio de Compiègne, el Gobernador von Beseler cedió el poder al General polaco Józef Piłsudski el 11 de noviembre de 1918.