
De 1917, se declara la independencia en Finlandia, país nórdico situado en el norte de Europa. Tiene fronteras al oeste con Suecia, al este con Rusia y al norte con Noruega. Por el oeste y el sur está rodeada por el Mar Báltico, que la separa de Suecia y Estonia, cruzando los golfos de Botnia y Finlandia.
Hasta el siglo XIV el territorio finés fue disputado por la República de Nóvgorod y el reino de Suecia, quedando el territorio finlandés repartido entre ambas potencias.
En el siglo XV, Novgorod fue anexado al principado de Moscú y nuevamente estalló el conflicto con el Reino de Suecia, llamado «Guerra Ingria», entre 1610 y 1617, que dejó a Suecia como poder dominante del territorio finés.
Entre 1700 y 1721 se desarrolló la llamada Gran Guerra del Norte, en la que Suecia perdió territorios e influencia en el territorio finlandés, que pasó a formar parte de Rusia Imperial. Sin embargo, los conflictos militares con Suecia continuaron.
En 1808, estalló la llamada Guerra Finlandesa, que dio como resultado la anexión de Finlandia por el Zar Alejandro I, creando el Gran Ducado y asumiendo el mandato como el primer Duque. El Ducado de Finlandia duró hasta finales de 1917.
cuando poco después de la Revolución Bolchevique en Rusia, Finlandia declaró su independencia. En 1918 el país experimentó una breve pero amarga Guerra Civil que conmocionó su escena política durante años.