
De 2008, se declara la independencia en Kosovo, territorio en disputa ubicado en la península de los Balcanes, en el sudeste de Europa. Tiene una superficie de 10.887 km² y está habitado por cerca de 2,2 millones de personas.
El estatus de Kosovo es motivo de disputa. Serbia considera que Kosovo es una provincia autónoma dentro de su propio territorio, en cumplimiento de la Resolución 1244 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. A pesar de ello, el gobierno serbio no interviene directamente en la administración de este territorio desde 1999, al finalizar la Guerra de Kosovo su administración quedó en manos de la Misión de Administración Provisional de las Naciones Unidas en Kosovo y de la OTAN.
Kosovo ha sido considerado históricamente la cuna del pueblo serbio, aunque su población actual es mayoritariamente de origen albanés. Durante la existencia de la República Federal Socialista de Yugoslavia conformó la Provincia autónoma socialista de Kosovo, perteneciente a la república de Serbia. Tras la disolución de Yugoslavia pasó a formar parte de la República Federal de Yugoslavia, que sería conocida como unión de Serbia y Montenegro desde 2003 hasta la independencia de Montenegro en 2006.
El gobierno de Slobodan Milošević en Serbia suprimió en 1989 la autonomía de la provincia. Durante los siguientes 10 años, una fuerte tensión fue acumulándose entre Belgrado y la provincia separatista. En 1999 estalló la Guerra de Kosovo que enfrentó a la República Federal de Yugoslavia contra las tropas de la OTAN y el Ejército de Liberación de Kosovo.
Tras el fin del conflicto bélico, la Organización de las Naciones Unidas estableció una misión de paz, la MINUK. Aunque Kosovo permaneció como una provincia autónoma bajo el gobierno de la república de Serbia, la MINUK se mantendría a cargo de la administración del territorio junto a dirigentes de la etnia albanesa. Después de varios años de disputas y negociaciones, Kosovo declaró su independencia unilateralmente el 17 de febrero de 2008, que si bien ha sido aceptada por 65 países, incluidos los Estados Unidos y la mayoría de los estados miembros de la Unión Europea, no ha sido reconocida por Serbia.