
De 2003, fallece Celia Cruz, cantante cubana de salsa que pasó la mayor parte de su carrera viviendo y trabajando en los Estados Unidos. Fue una de las cantantes cubanas y latinoamericanas más exitosas del siglo XX, con veintidós álbumes de oro a su nombre. Celia ha sido conocida en el mundo entero por su calidad como cantante y por su famosa frase "¡Azúcar!", símbolo de su filosofía ante la vida y de su orgullo de ser cubana.
A finales del 2002, se sometió a una cirugía para extirpar un tumor cerebral y luego intentó continuar trabajando. Alcanzó a grabar su último disco titulado Regalo del alma.
La tarde del 16 de julio de 2003, falleció en su casa en Fort Lee (Nueva Jersey). Después de su muerte, su cuerpo embalsamado, fue llevado a Miami y Nueva York, de tal manera que todos pudieran rendirle homenaje. Su funeral reunió a más de 150 mil personas en Miami, y similar cantidad en Nueva York. El mundo entero le rindió homenajes. América Latina se rindió a sus pies y la comunidad artística mundial reconocía a uno de sus más altos exponentes. El funeral en Nueva York constituyó uno de los más grandes que recuerda esa ciudad.
A lo largo de una carrera de más de 50 años en los escenarios, cosechó multitud de éxitos, premios y reconocimientos. Es poseedora de una estrella en el paseo de la fama en Hollywood, cinco premios Grammy, doctorados Honoris Causa de tres universidades norteamericanas, así como recibió en 1994 el National Endowment for the Arts, de manos del entonces presidente Bill Clinton, que constituye el más alto reconocimiento que otorga el gobierno de los Estados Unidos a un artista. Multitud de discos de oro y platino, una carrera donde grabó más de 80 discos, y fue acompañada por los más grandes cantantes de su tiempo, incluidos muchos de habla no hispana, son muestra del enorme reconocimiento internacional que recibió Celia Cruz, que justamente fue llamada