
De 1960, alcanza la independencia el territorio de Ruanda- Burundi, territorio de Bélgica bajo mandato de
Los reinos de Ruanda y Burundi fueron anexionados por Alemania junto con otros estados de la región africana de los Grandes Lagos, a finales del siglo XIX y comienzos del XX. Aunque pertenecían al África Oriental Alemana, la presencia alemana en la zona fue mínima.
Durante
La presencia belga en el territorio fue mucho mayor que la alemana, especialmente en Ruanda. A pesar de que según las reglas del mandato Bélgica tenía que contribuir al desarrollo de los territorios y prepararlos para la independencia, los belgas explotaron económicamente el territorio, obteniendo beneficios para la metrópoli. El cultivo de café fue una de las actividades económicas principales.
Para aplicar su sistema, los belgas utilizaron la estructura de poder indígena, que consistía en una clase gobernante tutsi que gobernaba a una población mayoritariamente hutu. Los administradores belgas creían en las teorías raciales de la época y se convencieron de que los tutsis eran racialmente superiores. Mientras que antes de la colonización los hutus habían desempeñado un importante papel en el gobierno, los belgas simplificaron el asunto estratificando la sociedad a lo largo de líneas raciales. La ira ante la opresión y el mal gobierno se dirigió hacia la elite tutsi más que hacia el distante poder colonial. Estas divisiones serían de gran importancia décadas después de la independencia.